Reseña: Eternos

Descripción:

Primera parte de la Saga The eternal ones.

Título: Eternos
Autor: Kirsten Miller

Editorial: Alfaguara
Nº de Páginas: 464
ISBN: 9788420408972
PVP: 15,50 €

Resumen:

HAVEN MOORE HA VIVIDO SIEMPRE en la pequeña ciudad de Snope City, Tennessee.

Pero desde que tiene uso de razón, ha experimentado visiones de una vida pasada en la persona de una joven llamada Constance, cuyo amor por Ethan terminó en una terrible tragedia.

Un día, Haven ve en la televisión al famoso playboy Iain Morrow, y eso la trastorna. Huye a Nueva York a buscar a Iain y ahí se ve envuelta en una épica y peligrosa aventura amo rosa, que parece obra del destino. ¿Es Iain su amado Ethan? ¿O su asesino en una vida pasada?

Haven pide a los miembros de la poderosa y enigmática Sociedad Ouroboros que le ayuden a descifrar los misterios de la reencarnación, a descubrir los secretos ocultos en sus vidas y amores previos antes de que todo se pierda y el ciclo vuelva a empezar. Pero, ¿qué es la Sociedad Ouroboros? ¿Y cómo puede saber Haven en quién confiar?


Opinión (puede contener spoilers):

Haven vive en un pequeño pueblo llamado Snope City, en Tenesse. Vive con su abuela Imogene y su madre, Mae Moore. Una de las cosas que caracterizan al pequeño pueblo en el que vive Haven es la gran religiosidad de sus habitantes, sobre todo de su abuela que la obliga a ir a misa todos los domingos y que también la obliga a asistir una vez a la semana a hablar con el pastor Tidmore para hablar de sus problemas o más concretamente de las visiones que tiene.

Haven empezó teniendo visiones ya de niña pero los episodios dejaron de sucederle hasta que un día, terminando de trabajar con su mejor amigo Beau en un vestido, vio un programa en la televisión en el que aparecía un chico llamado Iain Morrow, el cual identifica como Ethan, alguien a quien no conoce pero con el que cree tener un pasado y el que cree, además, es su media naranja. A raíz de esa visión, Haven volverá a sufrir nuevas visiones de su pasado, como que una vez fue una mujer llamada Constance o que para encontrar respuestas deberá llegar hasta Nueva York, donde podrá encontrar a Iain.

Sin embargo, llegar hasta Nueva York y averiguar su pasado no será tan sencillo porque pronto, Haven se verá inmersa en un mundo lleno de desconfianza y misterio en el que no sabe en quién tiene que confiar, en su supuesto amor eterno Iain o en la sociedad Ouroboros. ¿Podrá Heaven averiguar todo lo que le sucedió a Constance, ella en su vida pasada? ¿Es Iain quien cree que es?

Valoración:

Primero que todo y antes que nada, me gustaría sugerir a la editorial Alfaguara que por favor, si hace falta lo suplico y me pongo de rodillas, revisen la traducción cuando publiquen en España un libro publicado anteriormente en latinoamérica. Si, ambos son países de lengua hispana pero el castellano NO es el mismo. Ellos tienen su forma de hablar, sus expresiones y frases hechas y nosotros las nuestras. Y, evidentemente, para un español acostumbrado a leer en el castellano de España, leer un libro en castellano hispano puede confundir, sonar extraño e incluso dificultar la lectura con algunas expresiones que son ajenas aquí o al menos, para mí algunas expresiones me han dejado con cara de no tener ni idea de lo que leía.

De verdad, no creo que suponga un esfuerzo hercúleo hacer una corrección para la próxima vez.

He de decir que Eternos ha supuesto para mí una lectura un tanto pesada debido a lo ya mencionado en el párrafo anterior. Sí, se nota aunque puede que yo sea una exagerada pero para algo pago el libro así que puedo quejarme libremente. Fuera de ese pequeño detalle, puedo decir que Eternos es un libro que sirve para pasar el rato y que gustará, tiene los ingredientes para hacerlo, pero que para mí no sirve más que para pasar la tarde leyendo y poco más.

El amor y la fe van de la mano. No se puede tener uno sin la otra. Y como todos sabemos, no siempre es seguro dar ese paso. A veces se juzga equivocadamente, y se acaba mordiendo el polvo. Pero a menos que demos ese paso, nunca sabremos qué hay del otro lado. Hay que buscar agallas para hacerlo.

Haven ha vivido condicionada por las órdenes de su abuela desde que se fue a vivir con ella a Snope City y las únicas veces en que puede sentirse libre es estando con su mejor amigo Beau, con el que no tiene ningún secreto y el cual no duda en ayudarla en todo lo que necesite, incluso cuando quiere marcharse a Nueva York por el simple hecho de estar convencida de que allí se encuentra su amor eterno. Beau me parece increíble por apoyar a Haven en este aspecto porque estoy segura de que otro en su lugar probablemente habría creído que le faltaba más de un tornillo.

La prota no me cae bien, digamos que puede que sea porque en seguida se deja engatusar por Iain y se cree absolutamente todo lo que le dice. ¿Que quiere que viajen a Roma? Pues venga, total, como creo que eres el amor de mi vida dejaré que me lleves al fin del mundo.

¿Hola? Vivimos en pleno siglo XXI, un mundo en el que alguien se lo pensaría dos veces antes de subirse a un avión fuera del país con alguien a quien, prácticamente, acabas de conocer y me da igual que fuese Ethan su esposo del siglo pasado. Ahora NO le conoces y ni siquiera sabes si tu cabeza te está diciendo la verdad o sólo lo que quieres creer.

Así que no, Haven no me cae bien y aunque luego parece usar su cabecita e investigar por su cuenta, en cuanto Iain le dice cuatro cosas bonitas vuelve a caer como si nada hubiese pasado.

Iain Morrow es el héroe en cuestión. Todos los humanos que renacen suelen tener fogonazos de sus vidas pasadas, sin embargo él, Ethan, es capaz de recordar todas y cada una de las vidas que vive. En su pasada vida estuvo con Constance y se casaron pero ambos murieron en su casa durante un incendio. Iain vive en la actualidad bajo la sombra de la fama y es objeto de especulaciones como posible asesino de Jeremy Jones, un cantante y amigo suyo. Ya en el pasado le acusaron de matar al hombre que le crió y se ocupó de él y que fue,además, quien creó la sociedad Ouroboros.

Iain recibe con los brazos a Haven en cuanto se presenta ante él y parece amarla de verdad pero sus continuas mentiras y secretos le hacen parecer quien no es. Iain es un chico reservado, dulce y un gran mentiroso. Tiene ese halo de chico sexy que caracteriza a la mayoría de protagonistas de novelas juveniles pero no acaba de resultarme un personaje muy creíble. Sus intervenciones en la novela pecan de escasas lo que no ayuda mucho.

Beau es el amigo por excelencia de nuestra protagonista y deberían darle una medalla a la amistad porque se mete en problemas si es necesario sólo por ayudar a Haven. Es el personaje que le da un toque de humor a la trama con sus bromas y la verdad es que se hace querer.

La trama de Eternos gira sobre todo, en torno a averiguar la vida pasada de Haven para descubrir qué paso realmente cuando ella era Constance y para detener a aquellos que intentan separar a Haven e Iain a través de los trucos y artimañas más viles. Una cosa a favor de Kirsten es que sabe mantener el misterio durante toda la novela, revelando datos poco a poco para llegar al final y saber por fin quién está detrás de todo el embrollo. Pero hay dos aspectos negativos sobre el libro y son, exactamente ese final. No hay peleas ni enfrentamientos épicos sino un pasotismo increíble por parte de los responsables en plan "te dejo ahora porque vendré a por ti después". Y creo que la autora en el epílogo pretende dejarnos claro que los problemas de nuestros protagonistas no han terminado aludiendo a la presencia de cierta persona como si así fuese capaz de crear un suspense increíble. Lo siento Miller pero la jugada no te salió bien.
Otro detallito que no me ha gustado ha sido el abuso del apellido para referirse a las personas con las que habla Haven, es una chorrada pero creo que podría haber prescindido un poco de eso.

Podría decirse que he disfrutado a medias con esta novela pero que no me ha gustado tanto como para plantearme continuarla a no ser que la segunda parte mejore.

¿Lo mejor? El misterio, creo que no saber quién estaba detrás de todo el asunto fue lo que me animó a seguir leyendo.

¿Lo peor? El final, que la editorial no corrigiese las expresiones latinas y Haven, definitivamente, Haven.